EL DESAYUNO CONTRA LA IRRITABILIDAD

Prisas, estrés... la sociedad en la que vivimos hoy en día no quiere que desayunemos y esto es ya una obviedad para los adultos, pero ¿qué efectos tiene para los más pequeños de la casa el hecho de no desayunar? Un estudio llevado a cabo en España demuestra que entre el 20 y el 40% de los niños españoles van al colegio sin haber desayunado o tomando un desayuno de muy mala calidad compuesto principalmente por bollería industrial, galletas, cereales con grandes cantidades de azúcar o pan blanco según muestra este mismo estudio. En la siguiente gráfica, procedente de la página web http://lainvestigacionentelesecundaria.blogspot.com.es/ , se muestran los principales alimentos que toman los niños antes de ir al colegio y la frecuencia con la que los consumen, lo que nos da una idea del tipo de desayuno que consumen los niños en este país:


A parte de no aportar la energía necesaria para que nuestros hijos afronten el día, este tipo de desayunos tienen carencias en micronutrientes tales como el hierro (el estudio muestra que hasta un 64% de los niños españoles no tienen los valores recomendados de hierro) ,el Omega 3 )imprescindible para el desarrollo del sistema nervioso central de los niños), el ácido fólico, la vitamina D... todos estos nutrientes están presentes en los lácteos, alimentos que los niños españoles no consumen en suficientes cantidades según este mismo estudio.
Todo esto tiene efectos tanto a corto como a largo plao en nuestros niños, además de patologías como la obesidad infantil o la diabetes tipo 2 debido a llevar una dieta basada en grasas, los niños que no desayunan o que desayunan mal suelen tene más ansiedad y problemas de concentración debidos a las carencias tanto calóricas como nutricionales que sufren, por lo que en muchas ocasiones suelen estar más irritados y susceptibles durante el resto del día. Para evitar todo esto, es importante educar a nuestros hijos desde pequeños que el desayuno es la comida más importante del día en la que hay que consumir lácteos, hidratos de carbono y frutas.

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